Fiesta en el pueblo

24 de setiembre, día de la Virgen de la Merced. En mi pueblo la fiesta más importante y de más tradición con una antiguedad de más de cien años. Viene gente de toda la provincia y agrupaciones de gauchos, algunos cabalgando varios días entre ida y vuelta, otros con los caballos en remolques. El día de la fiesta se hace la misa al pie de la gruta de la virgen de Lourdes, porque tenemos pa todos los gustos, y luego la procesión que recorre un poco más de 1,5 km. Si uno pudiera mirarla desde arriba a esta procesión parecería la víborita de los juegos de los telefonos, porque cuando la Virgen y la punta de la procesión está llegando de vuelta, todavía hay gente a pie o gauchos a caballo arrancandola recién y deben esperar a que la Virgen entre de nuevo al altar para poder ellos salir. Al terminar de pasar todos los gauchos a caballo vuelven a pasar a presentar los saludos a la Virgen y ahí son presentadas las diferentes agrupaciones. Este año vinieron pocos, unos 800, otros años han llegado a ser 2000.Depende un poco de si es entre semana o fin de semana y otro poco de la o las crisis que puedan estar sucediendo. Al terminar la misa la gente se distribuye por todos lados, algunos con la comida que han traído de sus casas, otros van a la carpa especialmente colocada con capacidad para 2000 personas dónde se vende asado, locro, empanadas y hay diferentes cantores y bailes. Muchos quedan dando vueltas por los inmumerables puestos con toda clase de chucherías y/o artesanías que se arman alrededor. Hay diversiones para los más chiquitos, los medianos y los grandes. Cuando ya se va haciendo la tardecita la gente comienza a volver para sus casas y es un espectáculo aparte ver a los que bajan ya bastante picados por el vino. Vienen dos o tres, el que está mejor, lleva del brazo a los otros y de pronto se van para la izquierda 5 o 6 pasos y vuelven para el otro lado. El año pasado a uno que estaba muy pasado de rosca lo querían llevar preso y tuvieron que luchar como 6 policías para meterlo en la patrulla, mientras que la gente pedía que no se lo llevaran. Este año no hubo nada de eso, estuvo mucho más tranqui. Tendremos que esperar hasta el año que viene para volver a vivir esta fiesta que es la fiesta del pueblo, la fiesta nuestra.